En silencio, miles de millones de abejas están muriendo en todo el mundo, amenazando la supervivencia de nuestros cultivos y nuestros alimentos. La presión pública masiva ha ayudado a convencer a la Unión Europea a que prohiba algunos venenosos pesticidas, pero no podemos pararnos ahí. Estos mortíferos productos se usan por todo el planeta y las abejas siguen en grave peligro.
Las abejas y otros insectos polinizadores tienen un papel esencial en los ecosistemas. Cerca del 90% de las plantas silvestres y un tercio de los alimentos que consumimos depende de la polinización. Sólo en Europa, más de 4.000 cultivos dependen de esta labor tan esencial. Y sin embargo, las abejas están desapareciendo.
Son muchas las amenazas a las que se enfrentan: cambio climático, pérdida y deterioro de su hábitat, cambios en el uso de los suelos, prácticas de la agricultura industrial (monocultivos, plaguicidas, cultivos transgénicos…), así como parásitos y enfermedades.
La abeja melífera es una piedra angular en el medio ambiente, esencial para nuestra alimentación, pero según el documental, el 80% de las abejas de Estados Unidos han desaparecido, y la pesadilla ha llegado a Europa. Gracias a este documental sabremos el papel vital que desempeñan las abejas en nuestro ecosistemas, y los expertos nos darán su punto de vista sobre las distintas teorías sobre las causas de su rápida desaparición
Una de las amenazas más importantes para las abejas son los plaguicidas químicos tóxicos utilizados en la agricultura. Varios de ellos tienen efectos letales sobre las abejas; especialmente los que pertenecen al grupo químico conocido como neonicotinoides. Estas sustancias químicas afectan el sistema nervioso central de las abejas y otros insectos polinizadores y pueden provocar el envenenamiento agudo y crónico, tanto de individuos como de colonias enteras.
27 países europeos han aprobado una suspensión por dos años de estos pesticidas. Esto es un gran logro porque sabemos que estas medidas tienen un impacto. Italia ha mantenido la prohibición durante varios años, y las poblaciones de abejas se están recuperando. Pero los gigantes químicos, Bayer y Sygenta, están ejerciendo un lobby feroz para neutralizar la prohibición europea y seguir esparciendo su veneno en todos los mercados mundiales. Tenemos que seguir fortaleciendo este gran enjambre de indignación pública. Juntos podemos presionar a los líderes europeos para que se mantengan firmes, y para que los demás países del mundo también pongan nuestra salud y nuestro medioambiente por encima de los beneficios de unos pocos.»
El colapso de las Colonias.
Desde el año 1976 al 2006, se observó en Estados Unidos una dramática reducción de la población de abejas salvajes y una disminución gradual en las colonias mantenidas por los apicultores. El fenómeno ha sido denominado como Colapso de Colonias (Colony Collapse Disorder o CCD). Éste fenómeno, es descrito como el repentino abandono de la colmena de casi la totalidad de las abejas adultas obreras, las cuales dejan atrás sus reservas de alimento, larvas, huevos, una reina y a la población de abejas jóvenes. Éstas abejas “desertoras”, desaparecen y se presume que mueren lejos de la colonia, por lo mismo no se ha podido hallar rastros de ellas.
Los problemas del sector apícola y el descenso de la población de abejas en toda Europa y el resto del mundo son complejos y variados y han despertado preocupaciones diversas, entre ellas la de la ausencia de medicamentos adecuados para tratar las enfermedades apícolas.
En el proyecto de 2009 de la EFSA titulado Bee mortality and bee surveillance in Europe (Mortalidad y vigilancia de las abejas en Europa) se apunta que son muchos los factores involucrados en las causas del descenso de la población de abejas. Entre los factores considerados están las enfermedades y plagas apícolas, la intoxicación con plaguicidas, los efectos de los cultivos modificados genéticamente y el estrés relacionado con los cambios en la nutrición y las condiciones climáticas.
“Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”.
La frase fue enunciada por el célebre físico Albert Einstein hace más de seis décadas, y ya desde el 2006, esta afirmación visionaria, comenzó a convertirse en una realidad, despertando la alarma de científicos y apicultores alrededor del globo.
Aquí podrás firmar una petición para eliminar los pesticidas que amenazan a estos importantes insectos. FIRMAR.
Pinchando aquí puedes encontrar algunos consejos para ayudarlas y contribuir a su recuperación.
Reblogueó esto en Semiología de la Comunicación.
Curiosamente, en los últimos meses he comenzado a adentrarme en este mundo de las abejas, hace tiempo que me entró curiosidad, pero ha sido este año cuando he decidido adentrarme en este mundo, tratando de mejorar su hábitat y mejorando sus condiciones en tierras que se están manejando de forma ecológica y sostenible, en tierras de la dehesa de huelva.
Es cierto, sin ellas la humanidad no sobreviviría mucho. Pero también es cierto que las prácticas apícolas intensivas son desconsoladoras, prácticas además admitidas por la administración pública que favorecen la cría de abejas y reinas en cautividad.
Un abrazo