Dioses Palés o Palas Atenea

Páles o Pálas era una deidad romana que presidía la salud y fertilidad de todos los animales domésticos, especialmente los carneros. Protectora de los rebaños, por extensión, también era la divinidad protectora de los pastores a la que estos encomendaban la salvaguardia de sus rebaños ante el ataque de los lobos. La diosa Páles se representa con un aspecto sencillo como lo era su mismo culto; se recuesta sobre un cayado, sus cabellos aparecen coronados de laurel y romero, en su mano ostenta un puñado de la paja que sirve de lecho a los ganados. La diosa a veces es confundida con la diosa Ceres o Cibeles.

Fiesta de Pales ( Joseph-Benoît Suvée , 1783)
Fiesta de Pales ( Joseph-Benoît Suvée , 1783)

El culto a la diosa Páles se practicaba en las fiestas llamadas Palilias o Parilias. La principal finalidad de las celebraciones era purificar las ovejas y los rediles, y alejar las enfermedades de los rebaños, pero también divertirse y confraternizar entre los pastores. La mañana la iniciaban los pastores purificando el aprisco y los ganados con agua, azufre, sabina, pino, olivo, laurel y romero, de cuyo humo llenaban el corral. Los pastores se purificaban con perfumes mezclados con sangre de caballo, las cenizas de un becerro recién muerto y las vainas de habas, también se purificaban las cabañas y los ganados con azufre, olivo, pino, laurel y romero.

Era también una fiesta de las vestales, sacerdotisas dedicadas al culto de Vesta y guardianas del fuego. Estas encendían una gran hoguera común y sobre ella se arrojaba sangre seca de caballo y cenizas de terneros. La mezcla la guardaban las sacerdotisas, que la distribuían en las hogueras de las Parilia. A distancias iguales se encendían tres lineas de grandes fogatas de paja, los pastores que previamente se habían rociado las manos con agua sagrada con rama de laurel, saltaban por encima tres veces y giraban igual número de veces, concediendo el premio al más ágil. Cuando el combate de destreza terminaba, ofrecían a la diosa tortas de miel, queso, habas con leche y vino cocido. Estas ceremonias fueron acompañadas por instrumentos musicales como flautas, platillos y tambores… Al final, la fiesta acababa con un gran banquete al aire libre.

El carácter sagrado de la hoguera quedaba fuera de dudas; las ovejas que pasaban por las cenizas se purificaban y adquirían la virtud de preservación frente al lobo. Pues bien; en ciertas localidades de la comarca de la Tierra de Granadilla (Caceres) aún nos topamos todavía con actuaciones que recuerdan el viejo ritual de las Palalia o fiestas en honor de Páles. En la noche de San Juan se encienden hogueras de romero a las puertas de las casas, y los moradores de tales viviendas las saltan con la finalidad de prevenirse de la sarna, de las mordeduras de los reptiles y de las más insospechadas enfermedades de la piel. Al amanecer los animales domésticos son paseados sobre las cenizas o rescoldos para librarlos del ataque del lobo y de otras alimañas. Estas mismas cenizas pueden ser esparcidas alrededor del aprisco para lograr idénticos objetivos.

La Basílica de Nuestra Señora del Prado en Talavera de la Reina. fue santuario de los celtas vetones y templo romano después en honor a la famosa Ceres, diosa de la agricultura y la fecundidad, y a Páles, diosa de los pastores. Así, tanto agricultores como pastores se acercaban a realizar sacrificios de reses en honor a las mismas, ritualidad que se dice fue el origen de las actuales Mondas
El padre Portocarrero se refería así, en su biografia de San Ildefonso, al culto a la diosa Páles en la antigua ciudad ribereña del Tajo, Talabriga vettona, la Caesaróbriga romana e islámica Talavaira, actual Talavera de la Reina. :

«Por respeto de la diosa Pales que estaba en aquel templo, los pastores que apacentaban su ganado en su comarca, que es muy a propósito para la cría de reses maiores y menores, por los fértiles y gruesos pastos que alcanzan, se juntaban en la primavera a honrar a esta diosa, haciendo fiestas todos los ganaderos con fuegos, luchas y apuestas; componían eglogas, cantaban, corrían y saltaban; traían dones cantando en su honor versos pastoriles.»

Pocos pueblos han sido tan festivos como el romano, lo curioso de esta fiesta es que parte de un origen pastoril hasta llegar a convertirse en nacional y urbana y buena parte de las actuales celebraciones y fiestas de primavera son herencia del imperio romano, o quizás del griego.

Las fiestas a la diosa Páles se celebraban todos los años el 21 de abril, que coincidió con el aniversario de la legendaria fundación de Roma. Los gemelos Rómulo, Remo y sus seguidores eran pastores, de ahí la importancia que daban a esta diosa y sus celebraciones. El 21 de abril del año 753 a.C, Rómulo trazó un surco siguiendo ritos etruscos para delinear la Roma quadrata. La muralla fundacional de Rómulo se trazó sobre el monte Palatino en honor a la diosa Páles. Una tradición indica que también la madre del rey Latino, legendario progenitor de los latinos, se llamaba Palas. La antigua Roma era originalmente una aldea de la nación latina situada en el Palatino; por eso, posteriormente, se llamó a los antiguos ciudadanos romanos también latinos. Los latinos eran una tribu de origen indoeuropeo como los griegos.

Roma tiene sus orígenes en el Palatino. De hecho, las excavaciones recientes muestran que la gente ha vivido allí desde aproximadamente el año 1000 aC. La primera obra histórica romana, que no se conservó, salvo algunas citas, perteneció al senador Quinto Fabio Píctor, y estaba escrita en griego. Donde surgieron las primeras murallas de Roma, reino el griego Evandro, venido de la Arcadia a la cabeza de un grupo de compañeros. Lo había guiado al Lacio su madre, la ninfa sibila Carmenta y, en aquel exilio, él había fundado una aldea, Palantea, reutilizando el nombre de la ciudad griega de la cual había partido, o quizá en recuerdo de su abuelo Palas, el rey de la Arcadia, hijo del mitico rey Licaón de los Pelasgos.
A Evándro se le considera hijo del dios Hermes, padre este dios también del semidiós Pan. Un sabio griego que dirigió la Biblioteca de Alejandría a finales del siglo III a C, atribuyó a Evandro y a los arcadios la introducción en Italia del culto al dios Pan, en una cueva al pie de aquel pequeño monte Palatino. La misma cueva en la que fueron encontrados los gemelos Rómulo y Remo y que era el hogar de Luperca, la loba que los amamantó.

En enero de 2007, el arqueólogo italiano Irene Iacopi anunció que probablemente había encontrado la legendaria cueva de Luperca debajo de los restos de la residencia de Augusto , el Domus Livia (Casa de Livia) en el Palatino. Los arqueólogos llegaron a través de la cavidad de 16 metros de profundidad, mientras se trabaja para restaurar el palacio en descomposición. Las primeras fotos de la cueva muestran una bóveda ricamente decorada con incrustaciones de mosaicos y conchas marinas. La cueva de Luperca probablemente fue convertida en un santuario por los romanos en los siglos posteriores. La foto fue tomada con un dispositivo de teledetección. Fuente: Wikipedia
Durante los siglos VIII y VII a. C., motivados por las situaciones inestables de su hogar, colonos griegos se establecieron en diversas y lejanas regiones desde la costa oriental del Mar Negro hacia Masilia (hoy Marsella, Francia). Con la colonización, la cultura griega se exportó a Italia, con los dialectos de la lengua griega antigua, los ritos religiosos, sus tradiciones de la estructura de las ciudades-estado (polis), pero pronto desarrollarían una cultura helénica original, interactuando con las civilizaciones itálicas nativas.

Recién en el siglo V a.C. algunos historiadores griegos se refirieron a la fundación de Roma por el héroe troyano Eneas. que tras la caída de la ciudad logró escapar, emprendiendo un viaje que lo llevaría hasta la tierra de Lacio (en la actual Italia) donde tras casarse con Lavinia , la hija del rey Latino, se convirtió en rey y a la vez en el progenitor del pueblo romano, pues en esa misma tierra dos de sus descendientes, Rómulo y Remo, fundarían la ciudad de Roma.

El poeta Virgilio relató las dos migraciones (Evandro y Eneas) en la famosa Eneida, indicando además que los arcadios y los troyanos se unieron en una coalición para luchar contra otras tribus itálicas. De acuerdo con la narración de Virgilio, los arcadios ya llevaban algún tiempo viviendo en el monte Palatino, acogidos por los latinos, cuando los troyanos que habían sobrevivido a la legendaria Guerra de Troya desembarcaron en el Lacio. La tradicional relación comercial entre troyanos, arcadios y latinos, la génesis del pueblo romano, era la ganadería y los productos agrícolas. Los ritos más antiguos de la religión griega (religión sin dogma ni libro sagrado) son sin duda los ritos pastorales y agrarios, los que tienen la finalidad de garantizar la fecundidad de los rebaños y la fertilidad de los campos. Los Páles fueron dioses adecuados para cubrir aquella necesidad de protección en una sociedad incipiente.

El epíteto Páles se deriva de una figura mitológica sexualmente ambigua, tan pronto es un genio masculino como una diosa. Posiblemente con este nombre estemos identificando a varios dioses (pales es un palabra que puede ser tanto singular como plural en lengua latina) por esto es representada como un ser con dos caras, una de hombre y otra de mujer; los sacerdotes denominaban su culto como «Dualidad Primitiva», por el hecho de ser muy antigua. El nombre Páles está relacionado con la palabra grecolatina phallus (falo).

Palas AteneaLa diosa griega Palas Atenea es una diosa extraña, reina de la sabiduría y de los aspectos mas nobles de la guerra, de la táctica militar como defensa; era imbatible en la guerra, ni el mismo Ares, encarnación salvaje de la guerra, pudo derrotarla.

Sin embargo, la diosa era pacífica y defensora de hogares y pueblos. Protegía la agricultura, creó el olivo . Enseño a la gente la domesticación de animales, a uncir los bueyes para arar, cuidó de la cría de caballos e instruyó a los hombres en su doma con bridas e inventó el arado y el rastrillo. También se le atribuye el patronazgo de las labores femeninas, especialmente del hilado y el tejido de la lana, la fabricación de calzado, y la invención de la flauta. Sus símbolos sagrados eran el búho y el » olivo. Se la representaba con escudo, lanza y coraza; sobre el escudo llevaba la cabeza de medusa, regalo de Perseo, y sobre la coraza la égida, aunque en tiempos de paz no lleva arma ninguna.

La diosa Palas Atenea igual que la diosa Páles también es invocada como protectora de los nacimientos y los niños, en relación con el mito de Erictonio , su hijo adoptivo. Pero la diosa de los partos era la ninfa Carmenta, la madre del arcadio Evandro, uno de los padres fundadores de Roma. La diosa Carmenta era la diosa del parto y la profecía, asociada con la innovación tecnológica y con la protección de las madres y los niños, y patrona de las matronas. Se decía también de ella que había inventado el alfabeto latino.

La versión más tradicional del mito de Atenea la representa como hija partenogenética de Zeus, nacida de su frente completamente armada después de que se tragase a su madre. Era una diosa virgen. Jamás se casó o tuvo amantes, manteniendo una castidad perpetua. Su intrigante identidad de género ha sido de especial apoyo para los escritores ligados a los movimientos feministas y a la psicología e incluso algunas corrientes religiosas contemporáneas volvieron a venerarla.

Atenea es la diosa de mayor prestigio del Olimpo, después de Zeus y Hera. En la mitología griega, la diosa Palas Atenea recibió culto en toda la Grecia Antigua y en toda su área de influencia, desde las colonias griegas de Asia Menor hasta las de la Península Ibérica y el norte de África. Su presencia es atestiguada hasta en las proximidades de la India. Por ello su culto tomó muchas formas e incluso tuvo una extensión considerable hasta el punto de que su figura fue sincretizada con otras divinidades en las regiones aledañas al Mediterráneo.

Atenea era venerada en varias ciudades griegas como diosa tutelar y protectora, entre otras Atenas y Esparta. La encontramos, por ejemplo, en Troya bajo la forma de una antiquísima ímagen, el Paladio. A pesar de que comúnmente se consideraba que el Paladio representaba a Atenea, la tradición que recoge Apolodoro sobre su origen supone que la construyó Atenea en honor a su amiga Palas, hija de Tritón, con quien se había criado y a quien había dado muerte, involuntariamente, mientras se ejercitaban en las artes bélicas. Tras la caída de Troya, Eneas se lleva el ídolo a Roma y la estatua sagrada se custodia en el templo de Vesta. .

En relación al nombre de Palas, otro mito netamente helénico cuenta que, en lugar de Zeus, el padre de Atenea fue un gigante llamado Palas mezcla de hombre y macho cabrío como el dios Pan. Atenea mató al gigante Palas, cuando éste trataba de violarla, y se la representaba con una piel de cabra o “égida” que la protegía y que había sido la propia piel del gigante. Desde entonces, por una u otra leyenda, a Atenea se la llama Palas Atenea
En la Roma Imperial, Palas Atenea se sincretizo con la etrusca Minerva y formo parte, junto con Juno y Júpiter, de la “Tríada Capitolina”. Roma, divinizada como diosa, descendiente de Latino, Eneas y Evandro, era representada con la misma apariencia que Palas Atenea.

Günther Neumann ha sugerido que el nombre «Atenea» es posiblemente de origen lidio: puede ser una palabra compuesta derivada en parte del tirsénico ati, ‘madre’, y del nombre de la diosa hurrita Ḫannaḫanna, abreviado en varios lugares como Ana, el nombre de la ancestral y mítica diosa de Anatolia.

La diosa celta Brigit o Briga, patrona del fuego, de la poesía y de los rebaños era la equivalente a Atenea / Minerva. El mismo Julio César lo había observado. Algunos autores creen que en tiempos prehistóricos, la propia Atenea era la diosa lechuza, o la diosa pájaro del Neolítico. La figura de esta ave que se puede ver en la noche está estrechamente ligada a la diosa de la sabiduría. A partir de las primeras representaciones de la diosa se la representa con un búho posado en su cabeza. En el tercer libro de la Odisea Atenea adopta la forma de un águila de mar.

Atenea y Poseidón, el dios del mar, compitieron por ser la deidad patrona de Atenas (que en ese momento aun no tenía nombre pero ya era la mayor potencia naval del territorio ) y se decidió que el ganador sería quien hiciera el mejor regalo a la ciudad. Poseidón golpeo con su tridente la tierra y surgió una gran fuente de la que brotaba agua pero era salada y mala para beber. Atenea generó un olivo, árbol que llegaría a transformar la vida cotidiana del mundo antiguo pues el aceite se convirtió en importante para la iluminación, la cocina, el comercio y la producción de madera. Finalmente se consideró que este fue el mejor regalo y se eligió a Atenea como patrona. En su honor se erigió un santuario en la acrópolis, llamado Partenón, a partir de uno los apelativos de atenea, parthenos, que significa «virgen».

La Diosa Roma, representada en la Piazza del Popolo, en Roma.
La Diosa Roma, representada en la Piazza del Popolo, en Roma.

El nombre de “palacio” (palazzo en italiano, palace en inglés, palais en francés) viene del latín palatium que a su vez toma la denominación de la colina Palatina, lugar donde se fundó Roma y que luego fue ocupada por las grandes mansiones (palacios) de los emperadores.

La tradición mítica griega contiene un importante trasfondo histórico. Si nos fijamos ahora en los topónimos, encontramos en otras zonas nombres muy parecidos al de la ciudad arcadia de Palantion. Todas son variantes de una misma historia que es real y verdadera: la gran influencia cultural que, desde los inicios de su historia, los romanos recibieron de la civilización griega.
Pal-Palas-Pales significa “protección” El pal-palo protector (lanza, vara, caduceo o cayado) que utiliza la deidad para proteger a su pueblo y guiar a su rebaño. La raíz lingüística «Pal» es el símbolo protector de la civilización griega, que gracias a su esfuerzo guerrero, inteligencia y conocimientos, gracias a la moderación de sus costumbres, cualidades representadas en la diosa Palas Atenea, supo imponer su dominio sobre el mundo.

La diosa Pales y el dios Hermes, númenes de las fronteras.

El divino Hermes era un númen fálico de las fronteras. Su nombre, en la forma «herma», designaba a un montón de piedras usado para marcar los caminos y delimitar fronteras y propiedades. Cada viajero que pasaba por el camino añadía su piedra al montón, indicando así su presencia.. Es el heraldo y mensajero olímpico, protector de las fronteras y los viajeros que las cruzan, de los pastores, de los oradores, del ingenio y del comercio en general. Hermes era también el dios de la prudencia y la habilidad en todas las relaciones de intercambio social.
El Hermes griego se identifica con el dios romano Mercurio , que, aunque heredado de los etruscos , desarrolló muchas características similares, tales como ser el patrón del comercio. Su carácter original de divinidad de la naturaleza pelasga o arcadia desaparece gradualmente en las leyendas.
Sus símbolos eran el gallo y la tortuga, y puede ser reconocido por su monedero o bolsa, sus sandalias aladas, su pétaso (sombrero de ala ancha) y su caduceo o vara de heraldo. Parece que deben distinguirse dos báculos, que luego fueron unidos en uno: primero, la vara de heraldo ordinaria y segundo la vara mágica. La vara de Hermes es una vara heráldica con un sol alado en su parte superior. «Caduceo» es un vocablo de origen griego que significa «vara de olivo adornada con guirnaldas».

El nombre de Hermes proviene de la palabra herma refiriéndose a un pilar cuadrado o rectangular de piedra, terracota o bronce,donde se sentaba en la parte superior de la columna un busto de la cabeza de Hermes. Hermathena era una estatua compuesta, o más bien un herm , en representación de los dioses griegos Hermes y Atenea , o sus contrapartes romanas Mercurio y Minerva
Era natural para ver estas dos deidades unificados o fusionados como una sola forma. El dios griego Hermes presidía la elocuencia y la diosa Atenea sobre la sabiduría , las artes y las ciencias. Hermes y Atenea también fueron descritos como medios hermanos, debido a que su padre era Zeus.

Un grabado de Hermathena publicado en L'Ermatena por Michele Arditi (1816)
Un grabado de Hermathena publicado en L’Ermatena por Michele Arditi (1816)

FUENTES:

NOTA: Después de cinco mil años de uso y estudio, la información está tan dispersa que es casi imposible dar una lista completa del origen en el que está cada afirmación (todo está publicado y poco aquí es original).

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Maria Mercedes

Cosmopolita. Soy gnostica de raíces cristianas , mi parte pagana es mi amor incondicional a la Madre Tierra. No Teista y universalista. Anti-dogmatica por naturaleza- Políticamente humanista.

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