Baruch Spinoza (holandés de padres judíos, 1632-1677) es considerado uno de los grandes filósofos racionalistas del siglo XVII y de su prolífica bibliografía se recogen algunas reflexiones como la que se transcribe al pie, la que en su tiempo y ordenada por los eternos amos de «la verdad revelada» y del «negocio» de las religiones, le valieron vivir segregado por el resto de sus días. –
La pregunta mas recurrente a la que tenia que responder Einstein en sus conferencias, era:
“¿Cree usted en Dios, señor Einstein?”
«Creo en el dios de Spinoza, que se nos revela en la armonía que rige a todos los seres del mundo, no en el dios que se implica en los destinos y acciones de los hombres.»
Albert Einstein.
En una entrevista de 1930 publicada en el libro Glimpses of the Great de G. S. Viereck, Einstein amplia su explicación aún más:
“Tu pregunta es la más difícil del mundo. No es algo que pueda responder con un simple sí o no. No soy ateo. No sé si pueda definirme como un panteísta. El problema en cuestión es demasiado vasto para nuestras mentes limitadas. ¿Puedo contestar con una parábola? La mente humana, no importa que tan entrenada esté, no puede abarcar el universo. Estamos en la posición del niño pequeño que entra a una inmensa biblioteca con cientos de libros de diferentes lenguas. El niño sabe que alguien debe de haber escrito esos libros. No sabe cómo o quién. No entiende los idiomas en los que esos libros fueron escritos. El niño percibe un plan definido en el arreglo de los libros, un orden misterioso, el cual no comprende, sólo sospecha. Esa, me parece, es la actitud de la mente humana, incluso la más grande y culta, en torno a Dios. Vemos un universo maravillosamente arreglado, que obedece ciertas leyes, pero apenas entendemos esas leyes. Nuestras mentes limitadas no pueden aprehender la fuerza misteriosa que mueve a las constelaciones. Me fascina el panteísmo de Spinoza, porque él es el primer filósofo que trata al alma y al cuerpo como si fueran uno mismo, no dos cosas separadas”
Ha sido usual en la época moderna considerar la filosofía de Baruch Spinoza como el más eminente y radical ejemplo de panteísmo, constituyendo de esa forma, el modelo de todos los panteísmos que le seguirán.
Deus sive natura
Deus sive Natura o deus seu Natura (en latín : » Dios o la Naturaleza «, o, de una manera menos literal, «Dios, es decir la naturaleza») es un término acuñado por el filósofo Baruch Spinoza .
El Dios de Deus sive Natura es una deidad inmanente hace uno con la naturaleza. Spinoza ve una unidad de la sustancia y no una dualidad . Él escribe: «El poder del hombre, como hemos explicado por su propia esencia, es parte de la potencia infinita, es decir, la esencia o naturaleza de Dios»
Este Deus sive Natura posee un número infinito de atributos, incluidos el pensamiento y la realidad física: de hecho, la sustancia universal está compuesta de cuerpo y espíritu, de una manera indiferenciada. Tal diseño se conoce como monismo neutral .
Esta visión inmanentista de Deus sive Natura implica un Dios que es él mismo el sistema del cual forman parte todos los elementos contenidos en la naturaleza, un Dios no personificado que es el mundo natural. Le valió a Spinoza acusaciones de panteísmo , incluso ateísmo .
El panteísmo es una creencia o concepción del mundo y una doctrina filosófica según la cual el universo, la naturaleza y Dios son equivalentes.
La ley natural, la existencia y el universo (la suma de todo lo que fue, es y será) se representa por medio del concepto teológico de «Dios». La palabra está compuesta del término griego πᾶν (pan), ‘todo’, y θεός (theos), ‘Dios’; así se forma una frase que afirma: «todo es Dios y Dios está en todo».
El panteísmo es la creencia de que el universo (con todas sus extensiones celestes y criaturas) y Dios son lo mismo, o sea, son uno. Es decir, Dios no es un ente en particular ni una simple energía; sino que cada criatura es un aspecto o una manifestación de Dios, que es concebido como el ser divino que desempeña a la vez los innumerables papeles de humanos, animales, plantas, estrellas y fuerzas de la naturaleza.
«Todo cuanto es, es en Dios, y sin Dios nada puede ser ni concebirse» (Ética, I, XV).
Así Dios es aquel ser en el que se concibe y es todo cuando existe, y que sin él o fuera de él nada es o puede ser concebido. A este perspectiva se le consideró como Panteísta, lo que significa Todo en Dios.
Las doctrinas de Giordano Bruno y Espinoza son virtualmente idénticas, aunque éste las exponga de un modo más cauto y velado que el autor de Causa Principio et Uno y De Infinito Universo e Mondi. Pero tanto Bruno, que declara haberse inspirado en Pitágoras, como Espinoza, que sin declararlo lo deja traslucir, tienen el mismo concepto de la Causa primera. Según ellos, Dios es entidad per se, el infinito Espíritu, el único Ser independiente de toda otra causa y efecto, que por su voluntad produjo todas las cosas y estableció las leyes del universo cuya ordenada existencia mantiene perpetuamente. De acuerdo con los swâbhâvikas indos, erróneamente tildados de ateos, quienes dicen que todas las cosas y todos los seres, hombres dioses y espíritus proceden del Swabhâva o su propia naturaleza, Espinoza y Bruno afirman que es preciso buscar a Dios en la naturaleza y no fuera de ella. Porque siendo la creación proporcional al poder creador, el universo ha de ser tan infinito y eterno como el creador y cada forma engendra de su propia esencia otra forma.
Helena Blavatsky – Isis sin velo
Según Spinoza, Dios no es (si la razón no está contaminada en este punto por la fe) otra cosa que la propia Naturaleza. Dios es todo y fuera de él no existe nada.
Quiero dejaros con un poema que se atribuye Anand Dílvar ( no tengo manera de comprobar que sea verdad). El poema capta la esencia del “Dios de Spinoza” nombrado por Einstein.
«Dios hubiera dicho:
¡Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida. Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.
¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, oscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa! Mi casa está en las montañas, en los bosques, en los ríos, en los lagos, en las playas. Ahí es donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.
Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.
Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tus hijos, ¡no me encontrarás en ningún libro!
Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí cómo hacer mi trabajo? Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.
Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios loco puede hacer eso?
Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; ésas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.
Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y es lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro. Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.
¿Te puedo dar un consejo? Vive como si no hubiera nada más después de esta vida. Como si ésta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir. Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿te gustó? ¿te divertiste? ¿qué fue lo que más disfrutaste? ¿qué aprendiste?
Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tus hijos, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar. Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido? ¡Expresa tu alegría! Ésa es la forma de alabarme.
Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?
No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame adentro… ahí estoy, latiendo en ti.»
Mas información:
Baruch Spinoza
BIBLIOGRAFÍA:
- BARUCH DE SPINOZA, Obras Completas. Alianza Editorial. Filosofía Digital 2007
- DESCARTES, RENÉ: Meditaciones Metafísicas, Madrid, Alfaguara, 1977
- ALLENDE SALAZAR, M.: Spinoza: filosofía, pasiones y política, Madrid, Alianza Editorial, 1988.
- DOMÍNGUEZ, A. (comp.), 1995. Biografías de Spinoza. Alianza. Madrid.
NEGRI, A.: La anomalía salvaje. Ensayo sobre poder y potencia en B. Spinoza, Anthropos. Barcelona. , 1993. - PEÑA, V.: El materialismo de Spinoza, Madrid, Revista de Occidente, 1975
BORGES: La moneda de hierro, Buenos Aires, Emece, 1996. - DAMASIO, A., 2006. En busca de Spinoza. Neurobiología de la emoción y los sentimientos. Crítica. Barcelona.
- DELEUZE, G., 1984. Spinoza: Filosofía práctica. Tusquets Editores. Barcelona.
NOTA:
(1) Anand Dílvar es el autor del Best Seller internacional «El Esclavo», el cual ha vendido más de 1,000,000 de ejemplares y ha sido traducido a varios idiomas. Fundador de El Camino Rojo Ediciones y Creador y director del centro de reunión y desarrollo Vision Quest en Valle de Bravo
.Muchas gracias por permitirme tener acceso al material tan rico que contiene su página. Les deseo, muchas felicidades y un maravilloso 2016, que podamos transitar juntos con estas lecturas que tanto me enriquecen. Saluda. Rosa Esther Moro
http://esthermoro.blogspot.com http://www.esther-moro.blogspot.com/
Gracias por su amable comentario. Feliz año nuevo
Es así como se producen los encuentros en la armonía . He venido aquí siguiendo la pista después que entraste a mi blog. Muy interesantes y enriquecedoras lecturas, me he inscrito para seguir tu blog. Namasté!
gracias por tu comentario , es motivador para seguir 🙂
Hola, quisiera saber a cuál obra de Spinoza pertenece esta cita. Muchas gracias!
Este post estaba incluido en https://santuariodelalba.wordpress.com/2015/12/05/baruch-spinoza/. Lo dividi para aligerar su lectura. Olvide añadir la bibliografia que si esta en la primera parte, un error que he enmendado.