La luna encantadora y la muerte.

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Dícese que la luna es el primer muerto: durante tres noches, la luna desaparece del cielo, pero al cuarto día renace. Tres días sin luna, para de nuevo renacer a la luna nueva. Esto explica la relación con los ritos funerarios  y homenajes a personas fallecidas.

El «Romance de la luna luna» es el primer poema incluido en el «Romancero Gitano (1928) de FEDERICO GARCÍA LORCA. Es un cuento conmovedor : la Luna-Muerte viene a llevarse a un niño gitano que ha quedado solo en la fragua

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.

En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.

Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.

Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.

Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.

Cómo canta la zumaya,
¡ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.

‘Romance de la Luna, Luna’, de Federico García Lorca (1898 – 1936)

Federico García Lorca nos recrea el eterno conflicto de la noche del hombre. Para Lorca la luna es símbolo de muerte, pero al principio de la composición no nos muestra todavía su guadaña. Aparentemente esta bella luna es diferente de esa luna negra de los bandoleros de la Canción de jinete o de aquella luna menguante que pone cabelleras amarillas del Muerto de Amor. Esta luna sensual y seductora realiza cual «bailaora» gitana una suerte de danza provocativa en la que agita los brazos y muestra el busto igualmente metaforizado por la fórmula «a de b»: senos de duro estaño.

El viaje a la luna o incluso la morada inmortal en la luna después de la muerte terrenal se reservan, según ciertas creencias, a los privilegiados: soberanos, héroes, iniciados, magos y «hechiceras encantadoras» como  Lola Flores que desde  el satélite de Internet sigue presente entre nosotros.

Lola Flores «La luna vino a la fragua»

Este jueves España entera amanecía con Lola Flores en sus retinas. La Faraona  revivía  y se inmortalizaba en la red. Literalmente. Móviles, tabletas y ordenadores mostraban a La Faraona con bata de cola roja, peina y caracolillo… por obra y gracia de Google,   porque Lola Flores hubiera cumplido este 21 de enero 93 años.  Su leyenda sigue viva y creciendo, alimentada por sus célebres frases y ese genio que la convirtió en una mujer adelantada a su tiempo. El mito se labró a base de trabajo y de ese carácter que la llevó a hacer siempre lo que le dio la gana, incluso en plena dictadura, con una España hundida en la posguerra.

María Dolores Flores Ruiz, (1923-1995) fue una cantante de copla y flamenco, bailaora y actriz española, de gran popularidad en todo el mundo, artísticamente apodada «La Faraona» que la luna se la llevo  a los 72 años, hace 20, el 16 de mayo de 1995, tras empeorar el cáncer con el que convivía desde 20 años atrás. Luchadora hasta el final, dio una clase magistral de la energía vital que corría por sus venas y el duende que la acompañaba.  Genio y figura del poder de la luna.

FUENTE: Luna (Jean Chevalier – Alain Gheerbrant, diccionario de símbolos)

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Maria Mercedes

Cosmopolita. Soy gnostica de raíces cristianas , mi parte pagana es mi amor incondicional a la Madre Tierra. No Teista y universalista. Anti-dogmatica por naturaleza- Políticamente humanista.

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