La vejez es la última etapa en la vida de los seres animados, que precede a su muerte. También muchas cosas inanimadas envejecen por el paso del tiempo, acompañado de su uso, como por ejemplo, una prenda de vestir, o un aparato electrónico. La vejez humana es la inevitable consecuencia de la existencia del tiempo.
Envejecer es sinónimo de esperanza y temor al mismo tiempo. Esperanza por conseguir las metas soñadas, pero también todo ello envuelto en la angustia de quedarse a medio camino. Y aunque es cierto que nunca seremos lo suficientemente viejos para no poder soñar, la verdad es que la ancianidad es una barrera, a veces insalvable, para seguir experimentando y no perder la ilusión.
Pero, la vejez también se puede vivir como lo que es: una etapa más de la vida; y, por tanto, se puede disfrutar la vejez como cualquier otra etapa vital.
Carl Jung la denominó como “fase cultural”. La cultura entendida no solamente como adquisición de conocimientos, sino más bien como la búsqueda de la propia plenitud, en todas las dimensiones: artística, espiritual, intelectual y afectiva. De esta forma, la vejez sería como la culminación de un complejo proceso que se inicia con el nacimiento. Llegar a viejo es, pues, tener la oportunidad de redondear y completar toda una existencia.
Bendición para la vejez
Que la luz de tu alma te cuide,
Que tus preocupaciones y angustias sobre la vejez se transfiguren.
Que junto con el ojo de tu alma se te conceda sabiduría para ver este bello tiempo de cosecha.
Que tengas paciencia para cosechar tu vida, para curar las heridas, para permitir que se aproxime y se vuelva parte de ti.
Que tengas una gran dignidad y sentido de tu libertad, y sobre todo se te conceda el maravilloso don de conocer la luz eterna y la belleza que hay en ti.
Bendita seas y ojalá encuentres en ti misma un gran amor por ti misma.Dedicada a mi amiga Esther
FUENTE EXTRAÍDA DEL LIBRO “ANAM CARA” DE JOHN O´DONOHUE – LIBRO DE LA SABIDURÍA CELTA