La sibila es una profetisa del fin del mundo de la mitología clásica que se introdujo y adaptó al cristianismo gracias a la analogía que puede establecerse entre dicha profecía y el concepto bíblico del juicio final.
El mito de la sibila nació en Asia Menor y de allí pasó a Grecia y después a Roma. Los Padres de la Iglesia, en el cristianismo, adoptaron las sibilas de la Antigüedad clasificándolas el cometido de profetisas al igual que los profetas bíblicos. Los cristianos fueron advertidos de la existencia de estas sibilas que misteriosamente habían anunciado la llegada del Salvador.
En la Edad Media se las representaba como simbolismo del mesianismo de Jesús. En el siglo xiii la sibila Eritrea aparece en el Dies Irae de Tomás de Celano anunciando el fin del mundo.
Dies iræ, dies illa,
Solvet sæclum in favilla,
Teste David cum Sibylla
El testimonio más antiguo de la sibila cristianizada y cantada en monasterios (no popularizada aún) lo aporta un manuscrito en latín del monasterio de San Marcial de Limoges (Francia), en pleno Imperio Carolingio. En España el documento más antiguo que se conserva es un manuscrito visigodo de la mezquita-catedral de Córdoba del año 960, perteneciente a la liturgia mozárabe. Del siglo XI data también el manuscrito de Ripollredactado en latín, en el ámbito de la cultura litúrgica hispánica, siendo en poblaciones de la actual Cataluña, en donde en buena medida arraigaría.
El Canto de la Sibila (en catalán, Cant de la Sibil·la) es un drama litúrgico de melodía gregoriana que tuvo mucha difusión durante la Edad Media en el sur de Europa y que se interpreta de forma tradicional en la Misa de Gallo en las iglesias de Mallorca (entre las que destacan las interpretadas en el Monasterio de Lluc y en la Catedral de Palma) y en la catedral de Alguer, ciudad de Cerdeña.
Maria del Mar Bonet – Cant de la Sibil·la (TVE 1992)
LLETRA
El jorn del judici
parrà el qui haurà fet servici.
Jesucrist, Rei Universal,
homo i ver Déu eternal,
del cel vindrà per jutjar
i a cada un lo just darà.Ans que el judici no serà,
un gran senyal se mostrarà:
La terra gritarà suor
i tremirà de gran paor.Terratrèmol tan gran serà
que les torres derrocarà;
les pedres per mig se rompran
i les muntanyes se fondran.Los puigs i plans seran igual.
Allà seran los bons i mals.
Reis, ducs, comtes i barons,
que de sos fets retran raons.Gran foc del cel devallarà
mar, fonts i rius tot cremarà.
Los peixos donaran gran crit,
perdent son natural delit.El sol perdrà la claretat,
mostrant-se fos i alteral;
la lluna no darà claror
i tot lo món serà tristor.Humil verge qui haveu parit
Jesus infant en esta nit,
vullau a vòtron Fill pregar
que de l’infern vulga’ns lliurar.El jorn del judici
parrà el qui haurà fet servici.
El texto del canto es poderoso y sugerente, a la vez que la música, siempre con intención de captar la atención del oyente. El canto de la sibila se ha convertido en algo que está siendo cada vez más conocido, pero que continúa dentro de la tradición arcana, ancestral de nuestra península ibérica.
Aquí tienes esta impresionante versión cantada por Monserrat Figueras.
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FUENTE: Wikipedia